El ciclo escolar no solo representa una etapa de aprendizaje académico, sino también un tiempo lleno de emociones, retos y crecimiento personal para los estudiantes. Como padres, su papel es fundamental para acompañar emocionalmente a sus hijos durante este proceso.
Uno de los apoyos más importantes es la escucha activa. Tomarse unos minutos cada día para preguntarles cómo se sienten, qué aprendieron o si hubo algo que les molestó, les da a los niños y jóvenes la seguridad de saber que sus emociones importan. Validar lo que sienten, sin minimizarlo, crea un espacio de confianza donde pueden expresarse libremente.
También es clave establecer rutinas saludables, como horarios de sueño adecuados, alimentación balanceada y tiempos de descanso. Estos hábitos influyen directamente en el estado de ánimo y la capacidad de concentración de los estudiantes. Una mente descansada y un cuerpo cuidado responden mejor a los desafíos del día a día escolar.
Otro aspecto esencial es reforzar su autoestima. Celebrar sus logros, por pequeños que parezcan, y motivarlos en momentos difíciles les ayuda a creer en sus capacidades. Recuerda que un error no define su valor; más bien, es una oportunidad para aprender.
En el Colegio Marcelina, creemos que la educación emocional es tan importante como la académica. Por eso, animamos a las familias a ser parte activa en este acompañamiento. Juntos, hogar y escuela, podemos formar personas íntegras, seguras de sí mismas y capaces de enfrentar el mundo con amor y empatía.
