Nuestra historia

Nuestra Historia

En el año de 1838, en Italia, el sacerdote Luis Biraghi tuvo una brillante intuición, en respuesta a lo que consideró una necesidad digna de atención: ocuparse de la formación espiritual y preparación intelectual de las jóvenes de la alta sociedad de la Región lombarda, Milán y sus alrededores, ya que carecían de auténtica cultura y sólidos principios éticos.

Por tal motivo fundó la Congregación de las Hermanas Marcelinas, quienes, a ejemplo de Santa Marcelina, a quien escogió como patrona y protectora del naciente instituto religioso, dedicarían su vida a Dios al servicio de los hermanos en Cristo, en actividades predominantemente educativas.

Marcelinas por el Mundo

Nuestra visión trasciende las aulas, llevando nuestra propuesta educativa más allá de los límites geográficos. Los principios Marcelinas, fundamentados en la formación integral y la enseñanza de valores éticos, intelectuales y espirituales, están presentes en diversos países, donde nos esforzamos por transformar vidas y contribuir al bien común.